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Crítica publicada

 

 

 

"Con desgarro, con poesía y con fuerza, limpia, suave, tranquila, danza llena de claridad, danza contemporánea libre. Un lugar para sentir, pensar. ... muy bien interpretada, con elegancia, con pulcritud, con sobriedad.” 

Lupe Gómez, El Correo Gallego

 

 

“Espectacular dominio de su cuerpo. Una pieza elegida por la organización gracias a su cercanía y vocación de bienvenida…. Soberbia en su articulación en una suerte de deconstrucción corporal arriesgada fué seguida de momentos vibrantes que evocaban una soledad, a veces desesperada, y una necesidad de amor que producía una tierna tristeza en los momentos que Blanca Arrieta buscaba el calor del público.” 

J. Javier Paisano, Diario de Sevilla

 

 

"La expresividad en sus cotas máximas fue en suma el espectáculo ofrecido por la coreógrafa bilbaína Blanca Arrieta en Carme Teatre.” 

Paula Reig, Queydonde Valencia

 

 

"Rest parte de la quietud absoluta, lograda no sólo a través de la danza sino de la música y la puesta en escena, al desprenderse de todo. Sus grandes dotes se demuestran en el virtuosismo de su coreografía, en su enorme expresividad y en las numerosas demostraciones de habilidades técnicas durante todo el espectáculo.” 

Lupe Julián, Barcelona

 

 

“Sentimos que algo está a punto de nacer, de reventar, en el lenguaje de todo el cuerpo de Arrieta evita cualquier regularidad. Esos minutos iniciales de danza son suficientes para dar cuenta de su nivel artístico y de la belleza de sus movimientos.” 

Agus Pérez, Berria

 

 

"Con desgarro, con poesía y con fuerza, limpia, suave, tranquila, danza llena de claridad, danza contemporánea libre. Un lugar para sentir, pensar. ... muy bien interpretada, con elegancia, con pulcritud, con sobriedad."

Lupe Gómez, El Correo Gallego

 

 

“Embriagador solo de Blanca Arrieta. Sólo sus brazos interpretaron una danza por sí misma, dibujando complejos caminos en el aire ocasionalmente llevándonos a placenteros silencios.” 

Christie Taylor, The Irish Times

 

 

 “Una danza mental que da paso libre a la pura sensación física... un magnífico solo muy vital,... bailarina de porte exquisito y largas líneas, con un dominio del torso impecable y unos redondos preciosos. Sus movimientos son perfectos, compactos, tienen gran peso y existe una interacción espacial de su cuerpo y el lugar físico del escenario, tremendamente inteligente.” 

Idoia Lecumberri, El Correo

 

 

"No hay nada de virtual, todo es físico en una obra hecha con trozos, pequeñas escenas que se yuxtaponen dentro de un espacio escénico dividido por diferentes elementos escenográficos que adoptan el relieve cada vez.”

Bàrbara Raubert Novell, Diari Avui Barcelona

 

 

“Con un arriesgado y rompedor trabajo desplazó a los espectadores por todos los rincones de la sala de banquetes del Kursaal en la que se encuentran instalados los stands de la Feria. Una experiencia emocionante la que planteó esta coreógrafa que, sin tiempos ni espacios definidos para el público, nos obligó a descubrir y rastrear a cada bailarín para poder conocer el espectáculo, consiguiendo realmente una enorme cercanía entre el intérprete y el público.”

Ana Remiro, Diario Vasco

 

 

“Nace como un homenaje a la figura humana en toda su dimensión, dispuesta a diseccionar milimétricamente el lenguaje gestual del ser humano. Belleza en la línea de movimiento al servicio de una pieza muy bien construida con una pulcritud exhaustiva. El lenguaje coreográfico de la creadora bilbaína posee una complejidad y riqueza mayor. Gusta Arrieta de la danza de línea depurada y nada estridente. Su movimiento es sobrio, limpio y orgánico, rebosante de material coreográfico de gran interés.” 

Iratxe de Aranzibia, Donostilandia 

 

 

 “Blanca Arrieta trabaja el cuerpo del bailarín desde su mínima expresión, por ello, existe una bella presencia de rasgos individuales en todos sus trabajos.”

BA Dantza

 

 

“Sobre el escenario, como si estuvieran situados en medio de la nada, sumergidos en una luz bellísima. La coreógrafa ha construido un trabajo muy depurado y sugerente, recurriendo a la exploración interior o introspección en ese largo y hermoso pasaje que el chico pasa en terrible soledad, y analizando el aislamiento y la comunicación entre el espíritu de las personas cuando los dos bailarines danzan en común.” 

Agus Pérez, Egunkaria 

 

 

“Llenó, en la penumbra de su escenario, con su fuerte presencia, a la vez profunda y ligera, descubriéndonos su universo de contrastes con gran autenticidad, contundentemente sensible, en una pieza rica en elementos escenográficos.” 

Ana Remiro, El Diario Vasco

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